Aplicación y Uso Diario
El aceite esencial de palo de rosa es un tesoro natural del Amazonas, rico en linalol, un compuesto aromático que aporta suavidad floral y gran capacidad de fijación del aroma en perfumería. Sus propiedades aromáticas y terapéuticas incluyen:
Aromaterapia relajante: reduce el estrés y la ansiedad.
Revitalizante: eleva el ánimo y aporta claridad mental.
Fijador natural: prolonga la duración de los perfumes de forma orgánica.
Antimicrobiano y regenerador: cuida la piel y aporta frescor prolongado.
Puedes aplicarlo diluido sobre la piel, añadir unas gotas a tu difusor o incorporarlo en rituales de meditación, masajes y cuidado facial.
Puedes disfrutar de sus beneficios de distintas formas:
Perfume personal: aplícalo diluido en puntos de pulso (muñecas, cuello).
Difusión ambiental: unas gotas en un difusor para crear un ambiente relajante y sofisticado.
Cuidado facial: en cosmética natural ayuda a regenerar y tonificar la piel.
Meditación y yoga: potencia la conexión y el enfoque durante la práctica
Su rareza se debe a que la extracción requiere un manejo sostenible del árbol Aniba rosaeodora, presente en zonas limitadas del Amazonas.
En Victoria Federica trabajamos con proyectos de reforestación activa y cosecha ética, asegurando que cada gota mantenga la biodiversidad y respete el ciclo natural de la selva.
No se recomienda la aplicación directa sin diluir. Mezcla unas gotas con tu aceite portador favorito para evitar irritaciones.
Sí, siempre que se use diluido y tras una prueba previa en una pequeña zona para descartar reacciones.
Propiedades y Beneficios
Aporta calma, armoniza las emociones, favorece la concentración y embellece la piel gracias a su alto contenido en linalol.
Sí, su aroma relajante puede ayudarte a conciliar el sueño y mejorar la calidad del descanso si lo usas antes de dormir.
Por supuesto. Añadir unas gotas en un difusor o en un recipiente con agua caliente aromatiza cualquier espacio con un toque natural y sofisticado.
Conservación y Seguridad
Guárdalo en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa. Mantén siempre el frasco bien cerrado.
Sí, aunque los aceites esenciales pueden durar años si se conservan bien, recomendamos usarlo en un plazo de 2 a 3 años tras su apertura.
Consulta siempre con un médico o aromaterapeuta antes de su uso en embarazadas o niños menores de 3 años.